A principios de la década de los noventas del siglo pasado, venia fortaleciéndose en la industria mundial y en particular en los Estados Unidos el concepto de Lean Manufacturing, como respuesta a tratar de hacer rentables a las empresas de manufactura. Si bien el concepto y la metodología no surge al final del siglo pasado, si surge posterior a la segunda guerra mundial, en Japón. La industria automotriz había sido desmantelada y no había suficientes recursos para competir contra los Estados Unidos.
En particular Toyota con un grupo de directores y aprovechando la gran disciplina de sus trabajadores, se hicieron a la tarea de convertir a Toyota en una empresa rentable, competitiva y flexible, pudiendo correr mas de un tipo de automóvil en una misma línea de producción de manera simultánea, mientras en América tenían tantas líneas como distintos tipos de autos fabricaban.
Lo curioso del asunto es que casi cuatro décadas después de haberse iniciado el SISTEMA DE PRODUCCION TOYOTA (lean manufacturing en USA), no solamente permaneció Toyota, además de subsistir a las diferentes crisis mundiales, ejemplo 1970, 1990, 2008, 2014 y ahora 2022, sino que se convirtió en el fabricante de mas autos en el mundo, superando por mucho a las anquilosadas compañías americanas como Ford, General Motors y Chrysler.
Uno de los ejemplos más fehacientes y prácticos de INNOVACIÓN, es la aplicación del Sistema de Producción Toyota. Las dos estrategias en que se fundamenta son, EL TIEMPO y EL FLUJO.
Cada ves que reducimos el tiempo de un proceso, reducimos su costo y si no hay inventarios entre procesos o no hay interrupciones, entonces hacemos el proceso productivo con flujo y con estas acciones, también reducimos el costo al no tener parados los recursos.
Sin embargo, los principios fundamentales del Sistema de Producción Toyota son: 1.- El cliente es primero, si no hay ventas no existe el negocio, 2.- Los colaboradores son el activo más importante de la empresa, en otras palabras, la participación de todos los colaboradores en la reducción de desperdicio y la mejora de procesos, 3.- Kaizen como la metodología para implementar la innovación (mejora continua) y 4.- Todos enfocados en donde sucede la acción, esto es, la producción y la transformación de los productos y servicios.
Como ven la innovación no es algo galáctico, o fuera de este mundo, si los dueños y directores generales tienen claro a donde quieren llevar a sus empresas, el camino de la innovación es prácticamente el único que garantiza permanencia y rentabilidad.
Sin embargo, si no hay liderazgo, por parte de dueños y directores generales, en abrazar la estrategia de la innovación, es imposible que se dé por generación espontánea o que los gerentes intenten, sin consenso de la dirección, implementar la iniciativa de la innovación.
Conclusión, la innovación requiere Liderazgo por parte de dueños y directores generales además de dirección, disciplina y confianza en la, invaluable, contribución de los colaboradores y un programa y una metodología con objetivos claros y medibles.
LA INNOVACIÓN, TARDE QUE TEMPRANO NOS DA SUS FRUTOS.
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